Iniciativa impulsa creación de atlas de lenguas autóctonas
Iniciativa impulsa creación de atlas de lenguas autóctonas
Por Monserrath Vargas L. / movargas@nacion.com
En el 2050, 64 lenguas indígenas centroamericanas podrían desaparecer. Para evitar que esto suceda, diversos expertos, miembros de pueblos indígenas y lingüistas de la región construirán un atlas de idiomas de Centroamérica en línea.
La iniciativa es impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
La web es el espacio que creen idóneo para hacerlo, por considerarla “una herramienta de transmisión intergeneracional y de documentación para las lenguas en peligro, que no está siendo utilizada”, asegura un comunicado oficial de Unesco.
En la actualidad, apenas un 5% de las 6.700 lenguas que se hablan en el mundo está representado en la web.
Pilar Álvarez, directora de la Oficina Multipaís de Unesco con sede en San José y coordinadora a. i. de Naciones Unidas en Costa Rica, afirmó que ya existe un atlas mundial, enfocado en preservar lenguas.
Sin embargo, en el caso de Centroamérica, la idea es “ añadir no solo las lenguas extintas, sino también aquellas que en ciertas regiones, se están perdiendo”.
La idea es trabajar en el software para capturar datos, así como acompañar los procesos lingüísticos y generar las grafías y caracteres numéricos para representar las lenguas indígenas.
Los primeros pasos para conseguirlo se discutieron en la Conferencia Regional de Unesco sobre Multilingüismo en el Ciberespacio, celebrada en la Universidad Estatal a Distancia (UNED), en noviembre [ver notícia aqui].
Esta contó con el apoyo de esa casa de estudios superiores y del Ministerio de Educación Pública.
Diana Hernández, coordinadora de proyectos en la Vicerrectoría de Investigación de la UNED, comentó que Javier Montezuma, miembro del pueblo indígena ngöbe, fue el encargado de representar a esa universidad durante la conferencia.
Montezuma explicó su experiencia creando productos audiovisuales y multimedia en territorios indígenas, donde son los mismos residentes de la zona los que elaboran los materiales. Este modelo, según Hernández, se puede reproducir en otros países.
Fonte: La Nación – Costa Rica